lunes, 29 de agosto de 2011

Querida hada soñadora:

No estoy buscando la felicidad, porque sé que si la buscas no la encuentras. No viajo por el mundo deseando encontrar un príncipe azul, que me diga que me quiere y me lleve a su palacio. Ni un superhéroe que me lleve volando hacia la Luna. No deseo sueños cumplidos, sueño con que se cumpla mi deseo. No cometo errores por pura satisfacción, se cometen solos y yo me dedico a echarle la culpa a los demás. No creo en los cuentos de hadas, porque yo vivo mi cuento real. No quiero una amiga con la que compartir momentos, quiero una amiga que esté conmigo siempre! No pienso en que me deparará el futuro, simplemente vivo el presente. No planeo cada instante de mi vida, me dejo llevar por la intuición. No salgo de fiesta para divertirme, salgo de fiesta para estar con la gente a la que quiero. No es que yo sea diferente, es que los demás son todos iguales. No vivo la vida con límites, porque no me preocupa nada. No tengo metas en la vida, mi meta es vivir. No quiero que me hagan feliz, me gusta valerme por mi misma. Con besos y abrazos; Yo.


miércoles, 24 de agosto de 2011

Desconecta del mundo.

Enciérrate en el lugar más pequeño que veas. Pon la música a tope. Deja la mente en blanco. Desgarra tu furia. Desahógate  Suéltalo todo. Di todo lo que has querido decir siempre. Rompe todo lo que te estorbe. Abre el camino a la nueva vida. El mundo está como para tirarlo a la basura, sí, ¿y qué? Tú puedes cambiarlo. Abre tu mente a nuevas experiencias. Tú puedes. Y si no lo haces tú, no se hará solo. ¿Prefieres morir sola en un mundo donde todo lo que hay es horrible, o prefieres morir acompañada en un lugar parecido al de un cuento de hadas? Deja de engañarte, ¡y sé feliz!


jueves, 18 de agosto de 2011

Hasta hace poco...

Hasta hace poco pensé que la amistad no existía, que toda amiga acababa traicionándote. También pensaba que no existía el amor, esa persona con la que compartir momentos inolvidables, y con la que intercambiar "te quieros". Que el camino de la felicidad nunca fue real, era sólo un sueño que estorbaba en el paso del tiempo. Un sueño que te llenaba de ilusión el pensamiento. Tampoco creía en la magia. En lo mágico que podía llegar a ser el momento menos oportuno. En los deseos. En el hecho de poder cumplir todo lo que te propongas. En el recuerdo y el olvido. En la sensación que sientes cuando la persona a la que más odias, de repente te hace reir. En general, de todo. Hasta hace poco no tenía esperanzas, ni sueños, ni deseos... Por eso quiero agradecer a cada una de las personas que han interferido en mi vida, sea con cosas buenas o malas, haberme enseñado grandes cosas.